domingo, 29 de noviembre de 2009

TU MIRADA



Hoy me has mirado como preguntándome por mi, tu mirada es dulce y tierna, me miras con tus ojitos grandes y esperas que yo te corresponda de la misma manera; así de honesta, digna y leal como tu lo haces. Me miras como un maniki atrapado tras una vitrina y sin poder salir de tu maldito destino. Solo esperas una señal para poder ser feliz. Sin embargo no es así y casi todos te rechazan, te insultan y algunas veces te golpean pues sienten que tu presencia es un mal para la sociedad.

Me siento impotente de no poder hacer nada y quedarme como entupida ante tanta injusticia, te miro y solo encuentro en esa mirada llena de soledad a alguien que solo busca una nueva oportunidad. Observo tu cabeza inclinada hacia el cielo y pasa por mi mente la pregunta ¿que estarás pidiendo?, quizás ya no puedes mas con esto y siento que ya te estas rindiendo, por que esa fuerza que tenias antes ya no es la misma por el paso del tiempo. Tienes los ojos y el pelo más claro ya no tienes esa agilidad que tienen los otros.

Tu mirada me dice ¿que hemos hecho para ser marginados de esta manera?, somos habitantes del mismo mundo. ¿Por que no tengo a nadie que me habrase? cuando tengo frío o que me sonría cuando este triste ¿por que?

A pesar de que nadie te ve o no te quiere ver, tu existencia refleja el grado de sensibilización y humanización de una sociedad. La única mirada que nos devuelve alguien como tu es el fiel reflejo de la que nosotros le ofrecemos, una mirada rebosonante de amor, de amistad o de comprensión.

El mundo mágico de Ookikunaruko



En un bosque lleno de colores, entre fantasías y sueños, así me sentía cada vez que encendía el televisor, porque era el momento de ingresar a un mundo mágico, un mundo donde una ves que entras ya no quieres salir.

Ese mundo llamado Ookikunaruko, me hacia volar y sumergirme en el tiempo hasta llegar a ese espacio infantil, hecho con títeres, pues me sentía en medio del mono Pedro, el tigre Andrés, la zorrita mariana, Don pancho el oso pescador y entre la maestra Yolanda. Yo quería ser parte de ellos y tener mi propio personaje quizás el de la palomita Cinthia jajaja. Cada vez que llegaba los sábados me levantaba temprano a tomar mi desayuno viendo mi serie favorita y al empezar, coreaba su canción Ookiku naru ko, Ookiku naru ko.....

Esa es una época que no olvidare jamás, aprendí muchos de esos personajes tan pequeños pero grandes de corazón, que me mostraban lo maravilloso del mundo pues a mis 6 añitos lo único k abundaba en mi era pura inocencia. Mas que divertirme con la serie de la cual solo salían brillos en mis ojos, aprendí el significado de los valores, pues junto a esos títeres llenos de amor y de ilusión me mostraban los sentimientos más nobles del mundo como la alegría, emoción, deseos, travesuras y muchos más.

Mi mundo en ese tiempo eran dibujos a medio pintar y con bordes movidos que para mi eran los mejores por que representaban a mis amigos favoritos, a mi serie de la cual aprendía y disfrutaba de ella, no me importaba nada mas que ese mundo lleno de ilusiones, deseos y anhelos solo eran ellos y yo. Solo mi cuarto era testigo de ese encuentro fantástico entre los dos.

jueves, 26 de noviembre de 2009

ejercicio n° 12 "El pisapaples"



Una noche, en una Residencia Miraflorina un joven en el segundo piso de su casa, intentaba terminar una novela, entonces como a las 9 de la noche decide fumar, meditar y tomar cafe para luego escribir, cuando de pronto escucha el maullido de un gato y se siente perturbado por el ruido, entonces se fastdia y sale a gritar al gato,y el gato se calla pero solo un momento por que en el momento qu el joven intenta nuevamente concentrarse, el gato vuelve a maullar, entonces decide ir a su escritorio y coger el pisapapel que su abuelo le habia regalado y deseperado abre la ventana y lo arroja hacia el gato, finalmente por fin el gato logra callarse.

la mañana siguiente, el joven le pide permiso a su vecino para poder revisar su azotea y buscar su pisapapeles, busco y busco pero no lo pudo encontrar.

diez años mas tarde, cuando ya era un hombre exitoso y residente en Francia, decide salir un dia que descanzaba por ahi a caminar y entra a una tienda de antiguedades y entre varios objetos estaba su pisapapel aquel que habia arrojado hace 10 años, entonces va y pregunta a un vendedor robusto y de ojos azules que lo vigilaba sigilozmente y le pregunta por su pisapapel y el le responde !que no se acuerda usted lo tiro!